LA MASCULINIDAD DESDE UNA NUEVA PERSPECTIVA
Introducción:
La educación tradicional en nuestra Guatemala ha permitido que el niño y la niña conozcan y aprendan las normas y valores propios de una sociedad dominada por el hombre. La familia juega un papel importante en la crianza del hijo; inculcando el respeto, la tolerancia hacia el género femenino, igualdad de derechos y obligaciones.
Desde tiempos remotos el patrón de crianza de los hombres los ha definido como poderosos, fuertes y dominantes. Según ideas “tradicionales”, el verdadero hombre es quien ordena, grita, manda y determina la reproducción. En este aprendizaje han intervenido la familia (como se indica al inicio), la escuela, los amigos y los medios de comunicación, estereotipando a ambos géneros.
Masculinidad:
Se denomina “masculinidad” a la manera en la cual la sociedad enseña y dice a los hombres cómo tienen que comportarse, cómo deben pensar y cómo tienen que manejar sus sentimientos.
Por tal razón el hombre se ha visto atrapado en un laberinto de exigencias y mandatos que paralizan su capacidad de sentir y manifestar sus sentimientos, olvidándose de su derecho a expresarse; incluso, dentro de la misma familia se le reprime y limita la oportunidad.
En la actualidad, el papel del hombre dentro de la nueva masculinidad permite iniciar el derribamiento de barreras, creencias y estereotipos que afectan la convivencia adecuada entre hombres y mujeres.
La nueva masculinidad:
La nueva perspectiva de la masculinidad plantea un encuentro del hombre consigo mismo que le permite desarrollarse plenamente.
¿Por qué la propuesta de la nueva masculinidad?:
Está basada en los principios de respeto, equidad, participación y responsabilidad, pretendiendo lograr que los hombres:
- Practiquen relaciones basadas en el respeto, compromiso, equidad, justicia y fidelidad.
- Tomen conciencia de su rol como padres y no solo como proveedores económicos.
- No ejerzan violencia en contra de la mujer y los hijos.
- Asuman su responsabilidad y discutan temas de importancia para toda la familia.
- Promuevan la participación de la pareja en la toma de decisiones.
- Acompañen en las tareas escolares de sus hijos o hijas y su cuidado en general.
- Se involucren en tareas domésticas como limpieza o cocina, siendo seres humanos funcionales.
La nueva propuesta de la masculinidad trata de promover relaciones humanas justas y construir espacios sociales en donde todos tengan la posibilidad de vivir de manera completa y digna. La igualdad de género contribuye en la formación de una sociedad equitativa y sin violencia.
Extraído del folleto informativo de APROFAM, adaptado por Luz Angélica Marroquin.