PUNTUALIDAD Y ÉXITO

Dejar las cosas a última hora, no asumir las responsabilidades en tiempo o llegar tarde a reuniones de trabajo pueden afectar el buen desarrollo de cualquier profesional.

La puntualidad es uno de los aspectos más apreciados en el ámbito laboral, es un hábito que representa compromiso, responsabilidad y actitud proactiva. Pero, la carencia de esta puede motivar llamadas de atención o llegar hasta despidos.

¿Por qué es tan complicado inculcar la puntualidad?… Expertos en el tema confirman que, responde al tema de la aceptación social en el cual se generaliza, se aprende o se empieza a practicar desde la infancia, haciendo ver que muchas veces los padres de familia no enseñan con el ejemplo.

Un niño acostumbrado a ver cómo los adultos constantemente inventan excusas y consecuentemente no planifican bien su tiempo, seguro será un adolescente preocupado por sus responsabilidades hasta el último momento, o bien, no considerará importante llegar temprano a la escuela.

Por el contrario, un menor que recibe ejemplo e indicaciones de aprender a dormirse temprano para levantarse a tiempo, con el objetivo de bañarse, administrar inteligentemente su tiempo y valorar la puntualidad, tendrá altas probabilidades de convertirse en un profesional exitoso.

La puntualidad nunca debe subestimarse, ya que de esta depende directamente la contratación en una empresa de prestigio, la firma de un contrato importante, la culminación exitosa de estudios a nivel superior o tener una vida familiar exitosa.

En las sociedades altamente industrializadas, la puntualidad representa una característica esencial en la dinámica social. Valoremos, integremos y practiquémosla de manera constante para que se constituya en un valor agregado en nuestra personalidad.

(Tomado de Prensa Libre, 12 de mayo 2014)