COMO EDUCAR A LOS HIJOS EN EL CONSUMO RESPONSABLE

La sociedad de consumo en la que vivimos hace que los niños y jóvenes no sepan, en muchas ocasiones, aceptar un no por respuesta. Los tiempos que vivimos permiten que las personas realicen los procesos de compra o adquisición de bienes por medio de un sencillo Clic, siendo las nuevas generaciones más proclives al uso de las nuevas tecnologías, se hace necesario educarles en el consumo responsable para asegurar la estabilidad en su futuro.

De manera recurrente a los padres se les complica la supervisión de las visitas a sitios en la web que realizan sus hijos; restringir el acceso se complica, sobre todo porque las habilidades de los jóvenes superan a las de los mayores.

Es importante educar a las nuevas generaciones, ya que muchos niños no presentan reparos en exigirles a sus padres o familiares la compra de cualquier juguete, objeto o servicio que ven por internet. De ahí lo valioso de una negación a tiempo, justificada en el hecho de que hay prioridades que deben atenderse y que algunos gastos o lujos sobre pasan la capacidad económica de los presupuestos familiares.

Enseñarles a que sean conscientes del esfuerzo y del trabajo que se necesita para conseguir los recursos económicos que hacen posible que su vida sea más fácil también será fundamental. Aprender a utilizar el dinero con prudencia: la diferencia entre consumo y despilfarro o las virtudes del ahorro serán lecciones muy útiles para gestionar nuestros recursos y hacerlos más productivos de una manera responsable, hay que esforzarse por trasmitir actitudes positivas como la generosidad, la austeridad y el ahorro.

Dar ejemplo a los más pequeños con nuestros propios actos será tarea obligada para que el mensaje derive en efectos esperados. Así, los padres deberán evitar dejarse llevar por la publicidad, u otros factores que no tengan nada que ver con la necesidad, a la hora de efectuar sus compras. Reutilizar los objetos de casa, donar la ropa que no se utiliza, reciclar o hacer un consumo responsable de la luz o el agua son actitudes positivas para los niños

Podemos sugerir los siguientes consejos:

  1. APRENDER A ADMINISTRAR EMOCIONALMENTE Y CON CRITERIO LAS COSAS MATERIALES forma parte del proceso de maduración de los niños y es un camino que nunca termina y en el que nunca se deja de aprender. La incitación al consumo nos acompaña toda la vida, pero es en el entorno familiar donde se ponen los pilares de una buena educación del consumo responsable.

 

  1. EL VALOR Y EL PRECIO. Desgraciadamente muchos nos dimos cuenta tarde: los zapatos más baratos no son los que menos cuestan sino los que más duran. Trasmitir esta realidad a los pequeños es difícil porque a su psicología le cuesta considerar el medio plazo; pero al igual que otros consejos que sólo apreciarán con el tiempo, también este hay que repetirlo.

 

  1. CUIDAR LO QUE TENEMOS. Los juguetes, la ropa, los gadgets… Contra los mensajes publicitarios que casi nos obligan al recambio constante, el menor sólo percibirá el valor de sus cosas si no son fáciles de conseguir o de cambiar. Y antes de regañar hay que enseñarles a hacerlo: cómo doblar la ropa, limpiar los zapatos, proteger el móvil, guardar los juguetes.

 

  1. CONSIDERARSE PRIVILEGIADO. Con tantas limitaciones dentro de las familias, cada padre o encargado debe propiciar la reflexión se sus hijos a efecto de entender las limitaciones y los niveles de pobreza que vive nuestra sociedad, valorando las oportunidades y conociendo los entornos donde se ubica la residencia.

 

  1. COMO EN TODO, SE EMPIEZA POR DAR EJEMPLO, pero no se trata de que los hijos imiten a los padres, porque el consumo infantil es diferente al de los adultos. Más que imponer una lista de cosas a las que no deben aspirar, hay que esforzarse por trasmitir actitudes positivas como la generosidad, la austeridad, el ahorro.

 

  1. PONER FRENO O LIMITE A LOS REGALOS. Es oportuno limitar la cultura del obsequio, sobre todo en épocas festivas. No necesariamente debe existir una fecha para demostrar un afecto y menos que tenga que ser a través de gastos superfluos. Una forma de quedar bien con las personas a través de acciones y actitudes congruentes con los valores y el cariño desinteresado.

 

En la medida que ejercitemos un estilo de vida responsable y sostenible desarrollaremos patrones sensatos y congruentes con nuestra realidad; podemos afirmar que el consumismo cada vez agobia más a la familia y desorienta el sentido del trabajo. Les invitamos aplicar estos conceptos para heredar formas de pensamiento racionales a las futuras generaciones.

http://padresycolegios.com/21-consejos-para-educar-a-los-hijos-en-el-consumo/?fbclid=IwAR2qCbQ8I8T0TvvPqYLupP5cXzhGahC-TVp88_oMWj3_TZh_chag7-MMro0

https://www.libertaddigital.com/espana/2017-07-31/como-educar-a-los-hijos-en-el-consumo-responsable-1276603468/