LA AUTORREGULACIÓN

La autorregulación como proceso se refiere a la capacidad de reconstruir y redireccionar los comportamientos y sentimientos hacia formas más saludables y efectivas para la adaptación al mundo. Implica tomar conciencia y decidir de forma responsable generar cambios para lograr y una conducta eficaz y asertiva y con ello la adaptación al entorno.

El hombre por naturaleza ha desarrollado mecanismos de autodirección, respondiendo a sus propias acciones; sin lugar a dudas la autorregulación se relaciona con los pensamientos, sentimientos y actos generados por uno mismo y que están orientados sistemáticamente a la consecución de una meta

La autorregulación exige que a las personas se impongan metas, propósitos y realicen acciones que permitan garantizar el éxito, esto incluye el procesamiento de información para poder darle solución a problemas y retos del día a día

Resulta valioso el conocimiento personal acerca de las propias capacidades, intereses y actitudes, respetando las diferencias individuales, en este sentido, no podemos abstraernos de una realidad: no todos tenemos las mismas habilidades para poder aprender algo nuevo, de ahí la importancia de cuestionarse si se dispone de suficiente información para lo que hay que hacer, cuando hay que hacer y cómo hay que hacer.

Por ello es importante que la persona conozca sus limitaciones, cuestionándose qué le cuesta y cual es el camino para ejecutar una actividad.

Vale la pena mencionar que la autorregulación incluye una serie de estrategias positivas que estimulen nuestras capacidades y nos acerquen a una meta previamente establecida; el desarrollo socio emocional y efectivo se ve estimulado si desde niños somos autorregulados.

Veamos los conceptos y temas que se relacionan con la autorregulación.

  • Capacidad de adaptarse a los cambios.
  • Establecimiento de horarios y lugar de estudio.
  • Acercamiento con la realidad.
  • Nivel de responsabilidad ante los compromisos.
  • Conocimiento de nuestras limitaciones.
  • Administración inteligente del tiempo.
  • Evitar la procrastinación.

 

La capacidad e “Aprender a aprender” esta vinculada a la autorregulación ya que se facilitan procesos de entendimiento, por cuanto se aprovecha los niveles de esfuerzo y la disposición de herramientas que facilitan el procesamiento de la información para convertirlo en conocimiento.

Para finalizar, la habilidad en le manejo de las emociones y los sentimientos también constituye una parte de la autorregulación, ya que la persona se vuelve más flexible, controlando las reacciones ante eventos, situaciones o problemas que se le plantean en la vida diaria.

La tolerancia a la frustración, la resiliencia y la adaptación social son factores externos que inciden en la autorregulación emocional y en el manejo efectivo del estrés personal. Cada vez más se acentúa la necesidad que tiene la sociedad que los individuos sean equilibrados emocionalmente, reducir las hostilidades y fortalecer el trabajo colaborativo