LOS ADOLESCENTES Y LA DEPRESIÓN

CAUSAS Y AYUDAS

El cambio de la pubertad para la adolescencia es algo trascendental en la vida de un adolescente. Los síntomas de depresión pueden aparecer en cualquier etapa de la adolescencia e incluir trastornos del sueño o del apetito y cambios de peso.  También aparecen sentimientos de angustia, desesperanza, tristeza y baja autoestima.  Otras señales son: deseos de estar solo, problemas de concentración o de memoria, ideas o acciones suicidas y problemas médicos sin causa aparente.  Al hacer su diagnóstico, los profesionales de la salud se fijan en que varios de estos síntomas se den a la vez, se prolonguen bastante tiempo y alteren la vida normal del paciente.

Posibles causas.  Según la OMS, “la depresión es el resultado de alteraciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos”.  A continuación veremos algunos.

Factores biológicos.  A veces, la depresión viene de familia. Eso indica que puede haber algún elemento genético que afecte el equilibrio químico del cerebro.  Otros factores de riesgo son las enfermedades cardiovasculares y los cambios en los niveles hormonales.  Además, abusar del alcohol o consumir drogas durante mucho tiempo puede provocar depresión o agravarla.

Estrés. Aunque un poco de estrés no es malo, estar sometido siempre a una tensión excesiva es muy dañino para el cuerpo y la mente, puede acabar hundiendo en la depresión a jóvenes más propensos a deprimirse.  Claro está, como se ha mencionado, aún se desconocen las causas específicas de la depresión, que pueden abarcar varios factores.

Algunas situaciones que provocan estrés a los adolescentes son la separación o el divorcio de los padres, la muerte de un ser querido, el maltrato físico, el abuso sexual, un accidente grave o una enfermedad. Los problemas de aprendizaje también provocan estrés, en especial si el joven se siente rechazado por ello.  A esto quizás se le sume que los padres esperen demasiado de él, por ejemplo, en lo relacionado con logros académicos.  Otras posibles causas de estrés son el bullying, la preocupación por el futuro, el distanciamiento emocional de un padre deprimido o que el trato de los padres sea impredecible.  Si debido a alguno de estos factores el adolescente cae en depresión.  ¿ qué puede ayudarlo?.

CUIDA TU MENTE Y TU CUERPO

Cuando la depresión es moderada o grave, por lo general se trata con medicamentos y atención psicológica.  Puesto que la salud mental y la física van de la mano, conviene adoptar un estilo de vida más saludable

Si sufres de depresión, hay cosas que puedes hacer para cuidarte.  Por ejemplo, come sano, duerme lo suficiente  y haz ejercicio con frecuencia.  Al hacer ejercicio, tu cuerpo libera sustancias que levantan el ánimo, te dan energía y te ayudan a dormir mejor.  Por otra parte, trata de identificar en tu caso cuáles son los desencadenantes y las primeras señales de tristeza, así podrás tener un plan de acción.  Habla con alguien de confianza.  Contar con el apoyo de familiares y amigos te ayudará a combatir la depresión y pudiera aliviar los síntomas.

CONSEJOS PARA LOS PADRES:

  • Tenga presente que a los adolescentes con depresión les cuesta decir cómo se sienten o quizás les cuesta decir cómo se sienten o quizás no entiendan qué les está pasando.  Incluso es probable que ni siquiera sepan cuáles son los síntomas de la depresión.
  • Por lo general, el adolecente manifiesta su depresión de forma diferente a los adultos.  Así que esté atento a cualquier cambio drástico en su comportamiento, apetito, humor, patrón de sueño y trato con los demás.  En especial observe si esos cambios le duran varias semanas seguidas.
  • Tome en serio cualquier comentario o indicio que revele pensamientos suicidas.
  • Si cree que su hijo tiene depresión- no solo tristeza, piense en la posibilidad de consultar a un médico.
  • Ayude a su hijo a respetar el tratamiento que se le indique.  Y si ve que no mejora o que le produce efectos secundarios preocupantes, vuelva al médico.
  • Tengan un horario estable como familia para las comidas, el ejercicio y el descanso.
  • Mantenga abierta la comunicación con su hijo y ayúdelo a no avergonzarse por su depresión.
  • Demuéstrele con frecuencia cuánto lo quiere, ya que habrá momentos en los que se sentirá solo, avergonzado o  insignificante.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Rosado, Yordi.   2013.  México.    ¡Renunció!.  Tengo un hijo adolescente.  ¡ y no sé qué hacer!

Sánchez, Carlos Cuauhtémoc.   Un Grito Desesperado.

Revista ¡Despertad!  2017, número 1.

 

EGRAFÍA:

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