EL AMOR MATERNAL

 

La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional de los hijos es fundamental, constituyéndose en un ingrediente que estimula el desarrollo cognitivo en los primeros años de vida, teniendo consecuencias importantes y duraderas.

Una crianza amorosa no es solamente una decisión educativa, sino que moldea las conexiones cerebrales del niño, predisponiéndole a un futuro desarrollo con empatía, autocontrol y conexión con los demás.

El amor maternal es la esencia de la vida que se acentúa en los primeros años y que incide en los índices de salud emocional y física.

La maternidad hace posible que el ser humano cumpla su propósito, es el umbral de la prolongación terrenal. Ser madre se convierte en un privilegio colmado de atención, ya que todos nacemos pequeños y vulnerables, con necesidad de recibir atención y cuidados debido a nuestra fragilidad. Es entonces la madre el ser que por naturaleza y de manera inicial protege y abriga la vida, teniendo un papel activo y dinámico en la formación inicial del niño.

La alimentación, lactancia y práctica de la puericultura fortalece la identificación entre la madre y el infante, forjando las relaciones que van a derivar en una personalidad y estabilidad en una etapa adulta. La maternidad ejercida de una manera responsable tiene efectos positivos y duraderos en la vida de los hijos.

La influencia maternal es crucial en la formación de los hijos, por lo cual no debe considerar una carga u obstáculo para la realización personal, sino una oportunidad para trascender. La transformación de la sociedad debe darse desde sus cimientos. Esto implica formar al individuo desde su círculo de instrucción y protección primario: el hogar, bajo la tutela de padres responsables.

En 1974, un profesor de ginecología norteamericano realizó un experimento para demostrar que el amor maternal es un sentimiento innato. Atendió a una señora en estado grave, completamente decidida a entregar a su bebé después de nacer, porque de ningún modo y por ninguna circunstancia quería quedarse con su hijo.

En estos casos, el bebé es separado de la madre ni bien nace, sin que tenga oportunidad de verlo y es entregado a los padres adoptivos sin que la madre sepa su destino. Para realizar el experimento, el ginecólogo, después del parto, le dijo a la madre que no había encontrado todavía padres adoptivos adecuados según sus deseos, por lo que debía quedarse con su hijo unos pocos días más.

El bebé permaneció junto a su madre más horas de lo que habitualmente se procedía en esa época en las clínicas y su madre tuvo oportunidad de acariciarlo, tocarlo y mirarlo a los ojos.

Cuatro días después, el profesor entró a la habitación de esta señora, para informarle que ya habían llegado los padres adoptivos perfectos para su hijo. Sin embargo, ocurrió algo inesperado, la madre del niño se negó rotundamente a entregarlo.

El experimento había sido todo un éxito, el ginecólogo comprobó su hipótesis de que el contacto íntimo con el hijo durante los primeros días después del nacimiento modifica los sentimientos de la mujer que de un rechazo extremo se transforma en un amor ilimitado.

Podemos concluir que el amor maternal representa un sentimiento sublime e incondicional que une eternamente nuestras vidas con aquella mujer que acogió en su seno nuestra vida inicial y que ofrendaría su existencia por la nuestra.

Que vivas por siempre mamá…!!

                                        Feliz día de las madres te desea el Colegio Mixto Belén.