LOS JÓVENES Y LA POLÍTICA

Infundir el respeto y la práctica de los Derechos Humanos, la solidaridad, la vida en democracia y cultura de paz, el uso responsable de la libertad y el cumplimiento de las obligaciones, superando los intereses individuales en la búsqueda del bien común, constituye uno de los objetivos de la educación, a través de la cual se construyen valores y actitudes de la juventud y de la niñez en los ámbitos escolares.

La promoción de contenidos de formación ciudadana fortalece la construcción de prácticas de pertinencia y compromiso del ejercicio democrático, del estado de derecho y la defensa de la democracia. Así, dentro de los currículos de estudio de los distintos niveles educativos a nivel nacional se establecen conceptos y temas que orientan competencias formativas que preparan al alumno para asumir responsabilidades en la vida diaria.

Los estudiantes, como todas las personas, han de participar en la construcción de una sociedad justa, progresista y solidaria, en la que las personas encuentren satisfacción a sus necesidades materiales y espirituales.  Cada ciudadano y ciudadana han de educarse para lograr para sí mismos(as) y para otros(as) el reconocimiento social por méritos reales, ser cortés, forjarse una vida confortable, pero ser capaz de servir o proporcionar bienestar a otros(as), contribuir con sus actitudes a la seguridad familiar, comunal y nacional.

El modelo de vida que el estado demanda se orienta hacia el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las responsabilidades, tomando como referencia el marco legal.

Guatemala es un país joven, los adolescentes y jóvenes (13 – 29 años) en nuestro país representan un 33 % de la población, lo cual es un indicador clave que la sociedad está ampliamente dominada por la juventud.  Sin embargo, atendiendo a los derechos y deberes ciudadanos quienes estén comprendidos de los 18 años en adelante tienen deberes y derechos políticos comprendidos en el capitulo 3, artículo 136 de nuestra Constitución Política, siendo estos: Inscribirse en el Registro de Ciudadanos; Elegir y ser electo; Velar por la libertad y efectividad del sufragio y la pureza del proceso electoral; Optar a cargos públicos; Participar en actividades políticas; y Defender el principio de alternabilidad y no reelección en el ejercicio de la Presidencia de la República.

La apatía y la indiferencia suelen asomarse en el pensamiento de quienes por primera vez ejercerán el derecho al voto en las próximas elecciones generales del 16 de junio, sin embargo, debe privar el deseo de poder contribuir con el sufragio en forjar un mejor país.

En este sentido, dentro de nuestro  grupo de alumnos graduandos habrá estudiantes que se enfrentaran al reto de tener una participación dentro del proceso electoral, estos jóvenes abrigan sueños y anhelos personales, familiares y sociales.

Es muy oportuno incentivar los valores cívicos desde la niñez, siendo importante permitir la participación de los niños en las elecciones infantiles, las cuales fortalecen el sentido participativo, para que en un futuro exista una clara identidad de acudir a las urnas.

El bien común, la equidad y el desarrollo humano pueden alcanzarse en la medida que las autoridades que acceden al poder público sean idóneas, de ahí la importancia de prepararse para ser sujeto activo no solo de conocimientos e informaciones, sino de valores y actitudes que se transformen en virtudes que contribuyan a construir un proyecto de nación más justa.

Conocer y divulgar la Constitución Política de Guatemala, tributar, practicar normas de convivencia, fiscalizar la gestión pública, marginar la discriminación, practicar la inclusión, respetar la ley, fomentar los derechos políticos, respetar y practicar los derechos humanos, ser protagonista de actitudes positivas son características del perfil de un buen ciudadano que necesita y merece nuestro país.