COMO LOGRAR LO QUE SE PROPONE

El punto de partida es trazarse objetivos y desarrollar acciones encaminadas a alcanzarlos. Desechando las formulas mágicas que ofrezcan el menor esfuerzo. Sin la menor duda, los dos principales ingredientes para alcanzar los objetivos personales están compuestos por trabajo y disciplina; los cuales combinados y aplicados inteligentemente potencian el camino. La suerte o la fortuna no existen, de ahí la frase de Coleman Cox: “Soy un gran creyente de la suerte. Mientras más duro trabajo, más suerte parezco tener”.

Es opinión de los expertos que se valore la claridad en cuanto al lugar donde se quiere llegar, es decir el objetivo. Luego de definido con claridad el sitio, es importante trazar una ruta en retrospectiva, identificando las fases o pasos hacia atrás; es una especie de plan a la inversa. Ello le permitirá conocer o detectar las pequeñas metas que fueron necesarias alcanzar y que favorecieron el éxito final.

El establecimiento y la consolidación de hábitos diarios acercan las metas planificadas, por lo tanto, debemos enfocarnos en hacer las cosas que construyan pequeños logros; si lo analiza, lo puede interpretar de la siguiente manera: Debo alejarme de los distractores que impiden materializar mi sueño. “Los sueños no se cumplen solos, detrás de ellos hay disciplina, responsabilidad, cambio, acción, creatividad, trabajo constancia, prueba y error, iniciativa, dedicación y mucha pasión”.

Muchas de las acciones que re realizan diariamente, se hacen por hábito o por inercia, sin que sean reflexionadas. Su cambio requiere un esfuerzo adicional y personal; descubrir los hábitos que son obstáculos para alcanzar nuestros objetivos es pieza fundamental de nuestro plan de trabajo. Luego de un autoexamen, encontraremos dentro de nuestro inventario hábitos o costumbres positivas, los cuales evidentemente deben ser cultivados y reubicados sustituyendo a los que se considere negativos.

Llevara la realidad esta detección y sustitución no es una tarea simple o fácil, por el contrario, significa una batalla, algunos autores hablan de como mínimo 21 días para consolidar un hábito para que finalmente la inercia haga su trabajo y brinde una fuerza o estímulo natural.

Una cosa es segura; es menos complicado fundar nuestro compromiso sobre mini hábitos que luchar para establecer grandes hábitos en la vida; por lo tanto, el cambio debe ser metódico y pausado, pasos imperceptibles que lo guíen hacia la meta final.

En estos tiempos en donde la tecnología incide en las actividades humanas, debe favorecerse el empleo de estas para nuestro beneficio. Por ejemplo, existen aplicaciones que miden y cuantifican aspectos de salud, como la ingesta de calorías, el ejercicio, con las que en pocos minutos pueden generarse grandes resultados. En contra posición también podemos encontrar aplicaciones -hasta gratuitas- que lo desenfocan de su objetivo o meta, desconcentrándolo y apartándolo de alcanzar lo que se ha propuesto.

El inicio de el nuevo año representa una excelente oportunidad para que pueda trazar un plan de vida que fortalezca el desarrollo como persona. Quizá retomar sus estudios que quedaron inconclusos hace cierto tiempo o consolidar un proyecto de emprendimiento pueden ser componentes importantes que debería retomar para desarrollarse y sentirse humanamente pleno.