LA EDUCACIÓN, RETOS Y OPORTUNIDADES

La educación debería ocupar un lugar importante dentro de la administración y la agenda pública, el tan ansiado estadio de desarrollo proviene del valor asignado no solo a nivel general, sino a nivel personal; por ello se afirma que la educación es la llave hacia el progreso que incide en la movilidad social. La ausencia de educación denota clara debilidades para la incorporación exitosa de las personas al mercado laboral, constituyéndose en un obstáculo para incrementar el nivel y calidad de vida de los individuos.
 
La educación es la base de la productividad, la cual estimula capacidades que forman el capital humano, para que se disponga de conocimientos, destrezas y aptitudes necesarias para ejercer una profesión o disciplina y que estimule las capacidades que le permitan resolver problemas y colaborar con su entorno.
 
Debido a la complejidad de las sociedades actuales y de los altos niveles de competitividad, la educación actual demanda mayores conocimientos y habilidades que en épocas anteriores. La formación escolar se constituye en clave para proveer las herramientas que influencien el comportamiento de los estudiantes en un futuro inmediato o mediato, la transmisión de valores complementa la formación integral deseable.
 
El escenario actual muestra una visión instrumental de la educación, a través de la cual los individuos alcancen sus metas; la tendencia es que sean cada vez más autónomos, de ahí la relevancia que se le otorgue a las tutorías o acompañamientos para consolidar los criterios propios y la creatividad individual.
 
La población en edad escolar es cada vez mayor, siendo imprescindible complementar gradualmente la preparación y siendo emergente valerse de los medios tecnológicos disponibles para extraer las mayores ventajas del uso pertinente de la misma.
 
Los formatos metodológicos han cambiado y se adaptan constante mente a los momentos que vive la humanidad, pero la misión y visión se mantienen; hoy más que nunca deben aprovecharse las oportunidades educativas e integrarse al sistema formativo, siendo valioso promover una educación inclusiva. En este sentido es oportuno reconocer que no todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades de asistir a las aulas, la evolución de las necesidades obliga a que muchas personas privilegien el desempeño laboral, sacrificando las bondades de la educación a las necesidades de sustento.
 
El sistema educativo nacional da cabida a distintas propuestas pedagógicas que sirven de guía para alcanzar los objetivos propuestos como individuos. Finalizamos con la siguiente reflexión:  vivimos tiempos de extraordinarias posibilidades y de asombrosos desafíos. Tenemos el conocimiento y los medios para construir un mundo inclusivo, sustentable y en paz. Lamentablemente, también vivimos en un mundo en que la incomprensión y la intolerancia ponen la paz y la sustentabilidad en peligro. Por ello es valioso y urgente educar a todas las personas para comprender realmente la diferencia entre ambos caminos, y cómo nuestras acciones cotidianas, la manera de relacionarnos con los demás y con el ambiente, son las que definen qué ruta será la que prevalezca en la historia que hacemos cada día.