EL NIÑO ZURDO

Ser zurdo no constituye ninguna dificultad, problema o anormalidad. En la actualidad debe estimularse adecuadamente a los niños que no son diestros en su desempeño. La mayoría de los objetos y procedimientos existentes fueron creados pensando en la funcionalidad de la mano derecha. Sin embargo, existe un buen porcentaje de niños, jóvenes y adultos que emplean la mano izquierda en sus quehaceres diarios.

Ser zurdo es una condición programada genéticamente desde el nacimiento. Nuestro cerebro se encuentra dividido en dos hemisferios, los cuales gobiernan y dirigen la lateralidad del organismo. Mientras el hemisferio izquierdo se aboca mayoritariamente a tareas relacionadas con lo lógico, racional y verbal, en el derecho se desarrolla lo más holístico o intuitivo. Ambos hemisferios determinan en forma cruzada el funcionamiento de nuestro cuerpo, por lo que se dice que una persona diestra tiene como hemisferio dominante el izquierdo.

Cuando un niño inicia sus actividades motrices, es conveniente apoyarle en el desarrollo de sus destrezas y jamás empeñarse en que sea obligatoriamente diestro. Los padres deben trabajar es las habilidades vasomotoras, es decir el seguimiento atento de movimientos mano-ojo y la motricidad fina, partiendo de las acciones del infante, realizando movimientos pequeños y muy precisos; por ejemplo: recortar figuras, hacer cadenas, armar rompecabezas, tomar el lápiz y seguir una línea sobre puntos definidos previamente, pintar, entre otros.

Los logros alcanzados reflejarán los resultados en el dominio de movimiento de manos, pies y la coordinación sincronizada entre ambos.

Una forma en la que el padre puede estimular el desarrollo de la lateralidad es proveer al niño de una tijera sin punta y que este corte en línea recta o bien, siguiendo un trazo definido, sin importar que sea curvo o inclinado.

Estudiosos de la logopedia recomiendan que el niño participe en actividades dirigidas, por ejemplo, lanzando una pelota pequeña con una mano y recibirla con la otra; saltando sincronizadamente con un pie; picando con un lápiz la superficie de un foamy y otros.

No existen razones para pensar que la zurdera es un trastorno ni de aprendizaje, ni de lenguaje o inteligencia. Tampoco es síntoma de destreza. Los zurdos son tan hábiles como los diestros, desde cuando usen su mano preferida

Para finalizar, son incontables las personas que han trascendido y cuya característica principal es ser zurdos, entre estos podemos mencionar: Brad Pitt, Marilyn Monroe, Tom Cruise, Ludwig Van Beethoven, Sylvester Stallone, Bill Clinton, Gerald Ford, Albert Einstein, Isaac Newton, entre otros muchos más.