EL PENSAMIENTO POSITIVO

Aquello que nosotros nos decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer las cosas acertadamente.

Somos el fruto de lo que pensamos; si nuestro discurso interior es negativo seremos eso: seres pesimistas irradiando energía negativa. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo, seremos seres que creamos e irradiamos energía positiva.

Tan solo un pensamiento positivo por la mañana puede cambiar todo un día.

Una postura antípoda a este enunciado es el que nos lleva a generar una actitud negativa relativa a algo o a alguien. Lo cierto es que muchas veces tenemos un juicio “a priori”, y solemos culpar a otras personas por nuestra forma de sentir, convirtiéndose en una ola de negatividad.

Pese a ello, hay muchas personas que saben y practican la denominada “Ley de la atracción”, que se traduce en pensar de manera positiva para atraer a nuestras vidas el éxito y la abundancia. Según esta ley los seres humanos siempre estamos pensado, y, por lo tanto, según sea nuestro pensamiento así se atraerá a nuestras vidas cosas buenas o no tan buenas.

En la ruta del aprendizaje, de igual manera se plantearán diferentes escenarios en las relaciones interpersonales. Es recomendable reflexionar y analizar en detalle nuestro pensamiento y no ser radicales con nuestra postura.

En la medida que nuestro cerebro o la actividad mental sea abierta y tolerante, nuestro criterio dejará de ser fútil, trasladándose al plano de valor; cultivemos el pensamiento positivo, el mundo está cansado de gente pesimista y amargada, cuyas acciones no benefician a nadie.

Recordemos que no siempre el mundo está hecho a nuestra medida, debiendo desarrollar en nuestro interior la resiliencia, cada dificultad puede ser una oportunidad para transformarnos y tomar enseñanzas de vida para mejorar cualitativamente.

Una estrategia recomendable es anotar todo lo bueno que gozamos para establecer un inventario personal, debiendo valorarlo y cuidarlo a cada momento.

He aquí algunos consejos para desarrollar el pensamiento positivo:

  • Desarrollar la autoconfianza, somos la suma de muchas cualidades únicas e irrepetibles.
  • Realizar afirmaciones positivas diariamente en el yo interior.
  • Utilizar más frecuentemente la sonrisa, ya que es un imán para abrir puertas y atraer cosas positivas.
  • Nuestro paso por la vida es efímero y debe estar cargado de acciones positivas.
  • Aprender de los errores para que alimenten la experiencia positiva.
  • Fortalecer patrones mentales que favorezcan pensamientos positivos.
  • Marginar los miedos.
  • Creer y confiar en uno mismo.