EL VALOR DEL TRABAJO
Toda persona ansia generar sus propios recursos y ser independiente o autónomo económicamente hablando, esta posición se adquiere al momento de asumir las responsabilidades que conlleva desempeñarse laboralmente en alguna empresa o aun siendo emprendedor.
El valor del trabajo no es medible por el tipo de actividad, sino por el hecho de ser una persona quien lo ejecuta, ya que exclusivamente es el hombre la única criatura capaz de trabajar racional e intencionadamente. Los seres humanos con su trabajo moldean la naturaleza y su entorno, generando desarrollo integral en su círculo de influencia.
El trabajo ofrece a la persona que lo ejecuta la oportunidad invaluable de crecer y desarrollar todas sus capacidades, realizarse productivamente, perfeccionando a cada momento el servicio que presta, para generar los recursos necesarios y hacer avanzar socioeconómicamente a su comunidad.
La rama de la legislación que estudia, vela y aplica los principios del trabajo es el Derecho Laboral, a través de este se cuida la armonía de quien da su trabajo y quien se beneficia de este. El primer antecedente relacionado con el trabajo lo encontramos en la Biblia, particularmente en Genesis 3.19, se indica: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misa tierra de la cual fuiste sacado”
La evolución del trabajo a lo largo de la de historia nos lleva desde la vida nómada del ser humano, siendo la solidaridad humana un instrumento esencial para garantizar la sobre vivencia. Con el pasar de los años la recolección de frutos como tarea básica o elemental fue sustituida por la agricultura, evolucionando el modo de producción y con ello la utilización de herramientas. Indudablemente el desarrollo de los grupos sociales que van incorporando tareas colectivas da origen a los antecedentes primarios del trabajo como actividad organizada y por ende a la división de este. Adicionalmente aparece la domesticación de animales y la artesanía elemental, proporcionando mayor variedad dentro de los modelos de trabajo.
Resulta valioso agregar que el trabajo acompaña al desarrollo social, impactando rotundamente las relaciones de producción. El trabajo permite desarrollar virtudes como:
- Laboriosidad
- Perfección
- Puntualidad
- Dedicación
- Alegría
- Optimismo
g
Son los padres los primeros maestros de los niños y son los encargados además de infundir en ellos los principios de trabajo, prepararlos para la vida y responsabilidades futuras. El fundamento de la honradez va acompañado de ejemplos a través de hábitos en los que haceres domésticos, sin hacer distinción de géneros. Veamos algunas frases que realzan el protagonismo del trabajo:
- Dichoso el que tiene una profesión que coincide con su afición.
- El trabajo dignifica a las personas
- La buena suerte no es casualidad, es producto del trabajo.
- La inspiración favorece al buen trabajador.
g
Nuestra lucha va a encaminada a hacer trascender a los jóvenes que se integrarán al mundo laboral para que enaltezcan el apellido que los precede y den testimonio de la dedicación familiar y el esfuerzo que ha significado verlos crecer física y profesionalmente